Epicondilitis. Lesión habitual en jugadores de pádel.

La epicondilitis en el pádel seguramente es una de las lesiones más típicas con las que nos ha tocado lidiar si queremos practicar este deporte.

Pero claro está que no le pasa a todo el mundo. Sobretodo, es más común en los que empiezan porque no dominan la técnica y no sujetan bien la pala.

También es muy habitual en aquellos que juegan muchas horas a la semana y hacen un sobrecarga de la musculatura del antebrazo.

Aunque sea habitual en el pádel, la epicondilitis la sufren muchas otras personas como los que trabajan con un ordenador.

¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?

Es una afección dolorosa de los tendones que se unen al hueso en la cara lateral externa del codo.  Concretamente los tendones de los músculos extensores de muñeca.

El músculo directamente implicado en la epicondilitis es el extensor radial corto del carpo.

¿Porqué se produce la epicondilitis?

Observamos que existe una degeneración en la unión del tendón con el hueso.  Lo que aumenta la tensión en la zona y debilita las estructuras.

Existe un dolor al efectuar ciertos movimientos en los que el músculo afectado entra en acción. Así levantar pesos, sujetar o agarrar algo se convierte en un infierno para todo los que tenéis una epicondilitis.

¿Cuáles son las causas de la epicondilitis?

Pueden ser diversas, relacionadas o no con el deporte.

Laborales:

La epicondilitis se da en trabajos que requieren manualidad, donde se realizan movimientos repetitivos o que requieren fuerza.  Las personas que trabajan con ordenador, en una cadena de montaje, carniceros, pescateros, pintores… etc, son muy sensibles a padecer este tipo de lesión.

Traumáticas:

También puedes tener una epicondilitis si tienes la mala suerte de darte un golpe directo en el codo, como un accidente. El tendón se inflamará igualmente.

Origen en un problema cervical:

Anatómicamente el codo tiene una inervación metamérica  ( C5-C6) que se corresponde con la columna cervical. Esto quiere decir que si tienes problemas cervicales pueden derivar en una epicondilitis con el tiempo.

Deportivas:

Hoy en día el deporte estrella que hace más daño es el pádel.

¿Y porqué? Muy sencillo, la “culpa” es de la pala.

Es importante elegir bien la pala, un exceso de peso de la misma fomentará el aumento de tensión en el codo. La técnica es básica para no hacernos daño así que lo mejor es tomar unas clases con un profesional para que nos advierta de los posibles errores.

Y finalmente, claro está, el aumento repentino de la fuerza muscular que ha de realizar el brazo. Claro que si ahora haces más ejercicio el codo se acaba quejando.

¿Desde el punto de vista fisiológico que está pasando en la epicondilitis?

Independientemente de la causa de la lesión lo que pasa es que el exceso de tensión y sobrecarga acaba haciendo micro lesiones en el tendón. Éste se va degenerando y se acaba convirtiendo en tejido fibroso. Al final, el tendón pierde sus propiedades y se inflama.

epicondilitis

Imagen de Andrea Saracco

Síntomas de la epicondilitis.

Se caracteriza por:

  • Dolor en la cara lateral externa del codo al hacer extensión de muñeca
  • Dificultad para cargar o aguantar pesos, genera dolor.
  • Dolor provocado al estiramiento del músculo con la muñeca en flexión
  • Incapacidad para realizar deportes que impliquen el codo.
  • A veces cualquier movimiento de codo desencadena dolor.
  • Dolor sobre la musculatura del antebrazo al coger una botella e intentar llenar un vaso.

Diagnóstico de la epicondilitis.

Si tienes dolor en la cara lateral externa del codo debes acudir cuanto antes al médico o al fisioterapeuta.

Los profesionales de la salud te harán una serie de test para conocer el alcance de la epicondilitis y qué estructuras están implicadas.

Es básico conocer la causa posible de la lesión para poder afinar en el tratamiento.

Los médicos muchas veces nos piden ecografías y/o RNM para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento de la epicondilitis.

Médico conservador:

Suelen recetar AINES, reposo y en muchas ocasiones una infiltración de corticoides. El problema de este tratamiento es que es paliativo y no curativo. No va enfocado a la verdadera causa de la epicondilitis. Solo trata la inflamación y si el dolor se marcha,tienes suerte, pero  en la mayoría de los casos vuelve.

Fisioterapia:

Para nosotros es la mejor opción. Nuestra base es establecer  la posible causa de la epicondilitis. Una vez la hemos encontrado planteamos un tratamiento personalizado.

El objetivo es relajar la musculatura que ha generado la tensión, eliminar la inflamación y restablecer la funcionalidad y movilidad del codo. Todo ello para eliminar el temible dolor de codo.

Para conseguirlo utilizamos terapias y técnicas como la osteopatía, la hipertermia, las ondas de choque y la punción seca.

Nosotros en Terafis utilizamos una combinación de estas técnicas y otras para alcanzar nuestro objetivo; ¡tu curación!

Y la verdad no nos va nada mal. Así que si sufres una epicondilitis  ahora ya sabes de qué se trata y qué puedes hacer para curarla.

Cómo prevenir la epicondilitis.

En general es recomendable mantener buenas posturas, sobretodo en el trabajo y tener cuidado con los movimientos de repetición y las sobrecargas.

Es aconsejable realizar estiramientos adecuados a cada patología y de vez en cuando acudir al fisioterapeuta para que le eche un vistazo a la musculatura.

Y como que hemos enfocado este artículo a los aficionados al pádel ahí van unos consejos para ellos para evitar las recaídas en la epicondilitis:

  • A nivel técnico si no dominamos el juego será conveniente contactar con un entrenador que nos pueda ayudar a corregir la técnica.
  • También es recomendable hacer un buen calentamiento, empezando suave, haciendo los movimientos que realizaremos después durante la actividad física.
  • Hacer los estiramientos antes y después de un partido.
  • Tener hábitos de vida saludable como una buena alimentación e hidratación, no tener hábitos tóxicos y tener un estilo de vida activo ayudará a que la calidad del tejido de los músculos y tendones sea adecuada y por tanto disminuyan las posibilidades de sufrir lesiones.

Bien, ahora ya tienes herramientas para identificar y tratar una epicondilitis, tanto si juegas a pádel como si no.

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