La tendinitis de hombro es la lesión más común en esta articulación, produce dolor y limitación de la movilidad.
El término tendinitis hace referencia a la inflamación o irritación de un tendón por causas mecánicas, degenerativas o traumáticas.
El tendón es como un cordón grueso que une el músculo al hueso.
Los tendones que se suelen ver afectados en la tendinitis del hombro son los del Manguito rotador, y especialmente el Supraespinoso.
Este tendón es especialmente susceptible de lesionarse debido a sus características anatómicas.
Se encuentra en el medio de dos estructuras óseas, en un pequeño espacio que muchas veces se ve disminuido. Esta disminución provoca fricción y desgaste del tendón lo que lleva a la tendinitis de hombro.
Por eso a partir de ahora cuando hablemos de tendinitis de hombro muchas veces nos estaremos refiriendo a la afectación del Supraespinoso, que es con el que te sentirás más identificado.
Descubre en este post los secretos de como tratar la tendinitis de hombro.
¿Qué es la tendinitis de hombro?
Es la afectación de los tendones que discurren por esta articulación.
Causando inflamación e irritación.
Muchas veces también podemos observar calcificaciones sobre los tendones e incluso pequeñas roturas o roturas completas del tendón.
¿Cuáles son las causas de la tendinitis de hombro?
Las causas de esta lesión son muy variadas y a cada persona le puede afectar una u otra.
No existe una causa concreta y específica que cause la tendinitis de hombro, son un conjunto de factores los que causan la lesión.
La principal causa de tendinitis de hombro es la disminución del espacio subacromial como hemos comentado antes.
Esta disminución puede ser debida a:
Alteraciones biomecánicas y posturales que producen tendinitis de hombro.
La articulación del hombro se compone de varios huesos que se articulan entre ellos y que han de tener una correcta movilidad.
Cuando una de estas estructuras queda fijada por culpa de una “mala postura” y no se mueve correctamente afecta a todo el conjunto del hombro.
De manera que la típica postura decaída y con hombros adelantados como cerrando el pecho sería una de las más lesivas que causarían la tendinitis de hombro.
Cerrando así el espacio subacromial y generando un “impingement” del hombro (ascenso de cabeza humeral).
Degeneración articular y artrosis.
El hombro como todas las articulaciones es susceptible de sufrir una degeneración.
El engrosamiento del acromion genera que el espacio disminuya afectando al tendón.
La fricción del tendón al pasar por un espacio estrecho es la que genera la tendinitis del hombro.
El envejecimiento de los tejidos junto con la falta de hidratación y la pérdida de elasticidad propias de la edad son factores a tener muy en cuenta ante esta lesión.
Factores hereditarios.
Hay personas que genéticamente ya son candidatas a tener una forma inadecuada del acromion lo que condiciona el espacio y la consecuente lesión del tendón.
Alteraciones metabólicas.
El estilo de vida es muy importante ante las lesiones. La falta de sueño e hidratación así como una alimentación inadecuada hacen que nuestros tejidos no tengan la calidad adecuada.
Y sean susceptibles de lesionarse.
Traumatismos.
Evidentemente cualquier golpe directo o movimientos de repetición pueden causar la tendinitis de hombro.
Otras lesiones a distancia pueden ocasionar tendinitis de hombro.
Con esto nos referimos a lesiones de otras partes del cuerpo que pueden afectar al hombro.
Pueden cambiar la mecánica del hombro problemas cervicales, escoliosis, pierna corta unilateral, malos apoyos plantares.
Evolución de la tendinitis de hombro.
Aunque el dolor de hombro muchas veces aparece de golpe, no quiere decir que nos hayamos hecho daño de la noche a la mañana.
Como todo, conlleva su tiempo forjar una lesión, a no ser que sea por un traumatismo directo.
Podemos identificar diferentes fases en la tendinitis de hombro.
Fase inicial.
Se caracteriza por ser el inicio de la lesión.
El paciente siente dolor en la cara anterior del hombro y lateral del brazo. Aumenta por la noche y en la abeducción del brazo por encima de 60 grados.
También siente dolor a la palpación del tendón en su inserción en la cabeza humeral.
En principio esta situación es reversible ya que no existe engrosamiento ni rotura del tendón afectado.
Fase de engrosamiento.
En esta fase en la que ya existe un engrosamiento también existe una menor vascularización del tendón que causa hipoxia.
Es característico el dolor nocturno que mejora con un poco de movimiento y con calor.
También puede existir ya limitación de la movilidad en flexión anterior y abedución del brazo.
El tendón empieza a estar fibrosado y en ocasiones se pueden encontrar micro roturas en el tendón y calcificaciones.
Y otras veces vemos la bursa subacromiodeltoidea engrosada.
Fase avanzada de la lesión.
Podríamos decir que es la fase más grave y dolorosa donde ya la movilidad se ve muy comprometida.
En la ecografía se observa como el tendón ya está desgarrado y en ocasiones las calcificaciones son más grandes.
El tejido está fibrosado e hipóxico completamente.
Síntomatología de la tendinitis de hombro.
Lo que realmente nos hace ir a la visita del médico o fisioterapeuta es el dolor.
Este dolor puede llegar en ocasiones hasta y codo y el cuello. Y por la noche suele empeorar así como al movimiento.
Y cuando la tendinitis de hombro ya está muy evolucionada y empezamos a perder movilidad aún nos preocupamos todavía más.
Diagnóstico de la tendinitis de hombro.
Tanto el médico como el fisioterapeuta hacemos una serie de preguntas al paciente para saber cómo se ha ocasionado el dolor.
El fisioterapeuta sobretodo observa la postura y palpa las estructuras que podrían ser dolorosas.
También utilizamos ciertos test diagnósticos para identificar qué tendón está lesionado.
Test de movilidad y fuerza.
Indagamos en el estilo de vida y antecedentes de enfermedades y lesiones en la familia y propio paciente.
Y finalmente se suelen prescribir pruebas radiológicas complementarias para confirmar la lesión.
RNM, Rx y ecografía son las más utilizadas en función del criterio del traumatólogo.
Diferentes tratamientos para tendinitis de hombro.
Tratamiento médico.
Consiste en la toma de medicación pautada por el médico junto a un reposo relativo del brazo lesionado.
En otras ocasiones el médico hace una infiltración en el hombro de corticoides. Sin evaluar la posibilidad de realizar otros tratamientos de entrada.
Las técnicas invasivas deberían ser siempre el último recurso a utilizar. Porque tienen sus efectos secundarios.
En el caso de las infiltraciones se ha descrito que debilitan el tendón e incluso puede ser un factor que provoque su ruptura.
Tratamiento de fisioterapia.
El objetivo principal de nuestro tratamiento es restablecer la mecánica correcta de la articulación del hombro.
Si las articulaciones no se mueven correctamente la tendinitis de hombro seguirá estando ahí porque la causa principal no se habrá solucionado.
Para ello realizaremos una reeducación postural general recolocando aquellas estructuras que estén afectando al hombro.
La terapia manual sobre los músculos y articulaciones afectados es básica en este tipo de lesión.
La osteopatía es un método de tratamiento ideal para devolver la movilidad deseada a las articulaciones
Existen numerosas técnicas manuales para tratar los músculos y los puntos gatillos miofasciales pero sin duda la que aplicamos habitualmente es la punción seca. Es la que más éxito nos reporta en nuestros tratamientos.
Pero no nos debemos olvidar del tratamiento directo sobre el tendón. Las ondas de Choque actúan directamente sobre la inflamación, la fibrosis y las calcificaciones del tendón afectado.
Y una vez más la Tecarterapia nos ayuda a nutrir y oxigenar el tendón lesionado así como a regenerarlo.
Y finalmente enseñar unos ejercicios adecuados para el reequilibrio y propiocepción de la articulación del hombro.
Este es sin duda el mejor tratamiento de fisioterapia para la tendinitis de hombro. Obviar uno de estos pasos es igual a no realizar un tratamiento completo y efectivo.
La clave de la curación es un buen diagnóstico y tratamiento de fisioterapia.
Tratamiento quirúrgico.
Desafortunadamente a veces las operaciones quirúrgicas son inevitables.
Bien sea por un mal diagnóstico de entrada o por un tratamiento ineficaz de fisioterapia, o simplemente por no acudir al médico en el momento adecuado.
La cuestión es que la lesión se agrava a unos niveles en los que se acaba en un quirófano.
Esto nos lleva a compartir el testimonio de una paciente de Terafis que nos comenta lo siguiente.
“Ojalá me hubiera hecho un tratamiento de fisioterapia adecuado en cuanto me empezó a doler el hombro, seguramente me hubiera ahorrado la cirugía.
En la actualidad me estoy tratando mi hombro ya operado en Terafis con técnicas de Osteopatía, Punción seca y Tecarterapia.
Porque a pesar de la cirugía mi hombro me seguía doliendo.
Afortunadamente el tratamiento está dando sus resultados y ya me encuentro prácticamente bien.
Mi consejo, la cirugía debería ser el último recurso de tratamiento para la tendinitis de hombro”
Núria Teuler
¿Cómo podemos prevenir la tendinitis de hombro?
La higiene postural en este caso es básica.
Evitar los movimientos de repetición del hombro sobretodo en rotación y elevación.
Mantener las articulaciones elásticas, evitando la rigidez.
La hidratación es básica en los problemas de tejido conjuntivo.
Una alimentación equilibrada hará que obtengamos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestras articulaciones y tendones.
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